diseñOrnitocrático
Colapsos Galopantes Progresivos
Mire hondo, respire pal frente.

martes, noviembre 21, 2006
la una y cuarto. otra vez.

Iba distraída, durmiendo con los ojos abiertos. Se despertó al sentir en su brazo una mano tibia. Levantó la vista, encontrándose con su cuerpo y con su cara, tratando de entender quién le mentía: sus ojos, que le decían que nunca lo habían visto, o su piel, que decía haberlo sentido como si se conocieran quizás desde cuándo.

La hora, le preguntó él.

La hora, le contestó ella, tartamudeando.

Al principio, su mente escéptica dudó, pero todo su cuerpo se lo confirmaba: su corazón y sus pulmones, que se dieron el lujo de detenerse por un cortísimo, pero notorio segundo; su piel, que todavía no se recuperaba de la sensación fría que la había invadido; sus ojos, que confundidos miraban, pero no veían; y su estómago, sobre todo eso en el estómago.

Le habló en silencio durante horas (o algo que parecieron ser horas) sobre su pasado, su presente y su futuro inexistente. Sobre la vida que les esperaba. Le rogó silenciosamente que con la misma familiaridad que antes le había causado tanta sorpresa, le tomara la mano; no se soltarían hasta que ambos alcanzaran su destino. Juntos.

Esta vez él no huiría. No todavía. Ella lo sabía y le asustaba. Pero sólo al comienzo, sólo al comienzo.

[flying highjem]

emanado por Javiera Pumarino a las 20:35 hrs     5 comentarios

miércoles, noviembre 08, 2006
Para todos los indepes e indepas, un mensaje pre-eleccionario...

Como muchos sabrán vivo a la mierda, y se imaginarán que mi tiempo de ocio durante el viaje es enorme. En ese rato me permito escuchar música y pensar. Hoy me dediqué a contestarme una duda. A responderme el por qué esta campaña (mi primera campaña) se me está haciendo más difícil de lo que imaginaba. La respuesta lógica es el cansancio: ése que provienen de lo académico y lo personal, y en lo especialmente atingente a este tema, el que proviene de una exitosa pero solitaria y agotadora campaña que terminó hace pocas semanas atrás.

Ésa es la respuesta fácil. Pero existe una que es más real, más profunda y más larga.

Una que no tiene un comienzo definido, porque sólo sé que entré a la UC con una visión de la política a nivel universitario y país que se vio casi en un 100% reflejada en la visión que la OI tenía para ofrecerme. Las coincidencias eran tan abismantes, que he dudado profundamente de mí misma. Dudado, pues recuerdo vagamente que hace cuatro años alguien me mostró con furia una página de El Mercurio donde se vinculaba a la OI con RN, alguien me habló de un sueño nuevo que se estaba gestando en la Universidad. Hoy dudo porque no sé cuanto de esta visión que era mía se vio impregnada por este ideal que descansaba en mi inconsciente.

Entré a la Universidad con un sueño que no encontraba cabida en ningún lado. Con una forma de ver la vida y la política que no calzaba con nada que existiera previamente. O eso creía yo. Porque en la primera reunión independiente a la que asistí empecé a reconocerme como uno de ellos, más que nada por el miedo que me daba el perder al oportunidad de pertenecer a este grupo donde sí sentía que tenía cabida.

Ahora cuento seis meses desde ese momento, número que me queda chico para todo el tiempo que siento como si llevara en el movimiento. Sólo a modo de ejemplo, no creo que ninguno de ustedes se haya dado cuenta, pero la historia de la campaña del año pasado todos me la han contado, cada uno desde su punto de vista y con su énfasis particular; permitiéndome, de alguna forma, también sentirla como mía.

Llegué dispuesta a entregar mis sueños, mis principios, mis ideales. En el increíble grupo humano que compone la OI (y la Feuc 2006) he logrado encontrar las herramientas para hacerlos realidad, ustedes me han entregado a mí las alas que les faltaban a esos sueños para poder llegar a concretarse.

Eso es lo que me respondo hoy, primer día de votación para la Feuc 2007. Eso es lo que les ofrezco para que lo tomen y se lo hagan saber a todo el resto de la Universidad. Porque desde la OI me nació la inspiración para embarcarme en nuevos proyectos más grandes que yo misma y que me exigen sacrificar esto, sacrificar las ganas que tengo de hacerle saber a toda la Universidad, de gritar por los pasillos, cuál es nuestro sueño y nuestro proyecto Independiente.

Ya se los pedí una vez y ahora se los reitero, tomen esta sana envidia que les tengo y aprovechen de llevar el mensaje del sueño para una mejor Universidad y un mejor país que cada uno de ustedes lleva adentro. Manifiéstenlo en su discurso y en su mirada. Yo sólo me limitaré a este último medio, ya que hoy por fin comprendo qué significa lo del famoso brillo en los ojos.

emanado por Javiera Pumarino a las 08:29 hrs     0 comentarios

lunes, septiembre 25, 2006
Anacronías y Escaleras

Porque me di cuenta que era mucho lo que no era capaz de dar a entender.

En realidad, era simple… debo empezar recordando. Recordando y explicando.

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Dos años atrás venía llegando de Brasil.

Un año atrás venía llegando de Viña del Mar.

Pero Viña había sido como Brasil y Brasil como Viña. La libertad y la aventura se habían logrado combinar en un mismo lugar. Y no en el que usted está pensando.


Pero quizás estaba yendo demasiado atrás.


Siete meses atrás venía llegando de Puerto Montt. Un año y siete meses atrás también venía llegando de Puerto Montt (y de Puerto Varas).

Dos historias semejantes en ubicación temporal y espacial, pero diferentes: una había existido y la otra no; una debería haber existido y la otra no.


Pero quizás debía empezar desde más atrás.


Cuatro años y medio atrás.

Un año y medio atrás.

(Entre medio, nada).

Un par de errores que no alcanzan ni a ser historias inconclusas, con suerte se les puede considerar como eventos.


Así, mirándose desde el inicio, todo tomaba el peso de ser la historia de su vida, siendo todo, al mismo tiempo, totalmente irrelevante.


Cinco meses atrás optaba concientemente por ser parte de algo más grande que ella misma, algo que pertenecía a otros, pero que desde el comienzo deseó desesperadamente hacer propio. Y cayó sin control en una aventura que no habría imaginado ni medio, ni uno, ni dos, ni dieciocho años atrás. Y soñó y trabajó, atreviéndose a dejar de imponerse límites.


Lo más sorprendente de todo es que ni siquiera en ese momento imaginó que había aún más.


Hace un poco más de dos meses atrás, comenzó a subir inocente y tímidamente el primer peldaño de una escalera de altura insospechada. Subía porque esta era la real aventura para ella (para él y para ella).

Esta vez la escalera la subía de a dos. Él subía para ella y ella subía para él.

Al principio creyó que existían límites; error de inexperta, del que ahora no sabía si arrepentirse. Ahora se daba cuenta que no, que de esta escalera no podría (ni tampoco quería) bajarse.

Aunque tenía miedo (miedo, pues las aventuras y las escaleras eran por definición imprevisibles; en especial éstas), era feliz.

Al fin, había dejado de tenerle miedo a ser feliz. Al fin tenía por quien y para quien ser feliz. Y eso era, en definitiva, lo que importaba.

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Porque hacía tiempo que esto era para ti, pero irónicamente eras tú el que no estaba entendiendo. Aquí te la dejo, ésta es mi (compleja-incoherente-inconexa) explicación.


Si aún así no entiendes, da igual. Sólo son palabras. Todo esto es extremadamente fácil de resumir. La próxima vez que te vea lo hago. Te miro a los ojos y te digo que te quiero.
emanado por Javiera Pumarino a las 10:20 hrs     8 comentarios

jueves, septiembre 14, 2006
Que se quedara en blanco

nunca implicó que no tuviera cosas que decir.

piensa que, de hecho, el blanco es la mezcla de todos los colores

De hecho llevaba más de un mes viviendo en todos los colores.

aunque ahora duda, ¿no es más lógico que el negro sea la mezcla de todos los colores?

Incluso en negro, que ni siquiera es un color

da igual… esto perdería el sentido si así lo fuera

En todos los olores, en todos los sabores, en todas las sensaciones. En todas las canciones.

y se pregunta por qué insiste en escribir en tercera persona

Porque esta vez era distinto (a todo, a todos).

tampoco importa… mientras se entienda que no hace más que (d)escribirse a sí misma

¿Necesitaba dejar escrito que esta vez era feliz?

quizás…

Quizás necesitaba dejar constancia. Quizás un año después necesitaría recordarlo.

recuerda que el tiempo se mide en segundos, en horas, en días, en semanas… con suerte en meses


Pero con eso no bastaba. Necesitaba decirlo, decirlo, decirlo…

decirlo… entonces, ¿para qué seguir escribiendo?


emanado por Javiera Pumarino a las 11:56 hrs     5 comentarios

lunes, julio 24, 2006
Devolviendo la Mano

“Hace casi diez años ingresé al movimiento Scout. Jamás imaginé que la entrada al grupo fuese a provocar algún cambio en mi persona; estaba sólo buscando un poco de entretención, un lugar donde pudiese aportar a la ecología y conocer, quizás, algunas personas nuevas.

En todo el tiempo que ha pasado he ido a más de veinte campamentos. Podría hacer una lista de todos ellos y recordar de cada uno los momentos especiales, las anécdotas divertidas y los instantes emocionales. Podría buscar entre mis fotos y encontrar la primera que saqué alguna vez, recordar la época de las cámaras desechables y las caras de las niñas que se fueron haciendo mujeres junto a mí en el camino.

Pertenecer al Grupo Andalicán me ha significado muchas cosas, como dormirse a la intemperie mirando las estrellas, esperando la salida de la luna o del sol; bailar y cantar por horas alrededor del fuego, sacando fuerzas de esa energía que nos nace de nuestro misterioso interior, riéndose de nada más que de la alegría de compartir el momento juntas; conversar con personas que tienen cuatro años más o menos que yo y olvidar completamente las diferencias; jugar a la mímica y a la pieza oscura entre personas que rozan la mayoría de edad y disfrutarlo como si fuese hace diez años; llorar en el momento de dejar atrás una etapa y volver la cara hacia los nuevos pasos que se nos venían adelante; y despertar cada mañana con un “Buen día”, convirtiendo cada momento en uno especial, disfrutar de las acciones más simples, desde bañarse en un río congelado hasta cocinar un arroz muy lejano a ser suculento.

La mujer que soy ahora es un producto de todas esas experiencias; hace tiempo me comprometí a “ser siempre mejor” y todavía me propongo lograrlo. Comprendí que el verdadero valor se encuentra en las relaciones que uno es capaz de forjar con las otras personas y que sólo si era capaz de aceptarme y expresarme como quien realmente soy, es posible entender al resto, hacerlos y hacerme parte de su vida.

Scout es más, incluso, que una forma de ver el mundo. Es una forma de transformarlo, de trabajar por los ideales en los que todos creemos. Para mí significa aprender y seguir aprendiendo. La enseñaza que vivo hoy día, es aprender a traspasar a otro eso que me fue entregado. Es aprender a darse plenamente a los demás, porque en eso se basa nuestra construcción de un mejor mundo: en la capacidad de dejar de pensar en uno mismo y hacerlo en un “nosotros”.”
Diciembre 2005, Revista del Colegio U.I.


Pensaba que ahora que acabo de volver de mi primer campamento como jefa tenía muchas cosas nuevas que decir. Resulta que ya las había pensado y expresado casi todas, pero en este último semestre se me estaban olvidando muchas.
Si el agotamiento que me atacó durante los últimos cinco días me hizo pensar en algún momento que la experiencia que estaba viviendo la recordaría más tarde como una poco grata, ahora me doy cuenta que, además de ser todo lo contrario, da exactamente lo mismo. Lo realmente importante es que luego de pasar seis meses trabajando a ciegas, al fin ahora veo hacia dónde enfocar mis esfuerzos, qué es lo que puedo entregar y qué es lo que necesita de mí este Grupo Scout que me lleva recibiendo por ya, diez años.


pd. Clau (y, quizás, Ale): personalmente creo que me faltó decirte que lo que más siento es pena, que realmente nos imaginaba en unos años más a las cinco a la cabeza del grupo y que te voy a extrañar más que la cresta.

emanado por Javiera Pumarino a las 20:04 hrs     7 comentarios

lunes, julio 17, 2006
Agradecimientos Ornitocráticos

Porque llevo casi una semana pensando en escribir este post, y ahora que lo empecé, me doy cuenta que no era tan difícil (porque sé que, con muchas cosas, a ti te pasa lo mismo).


Por la música, tanta música.

Por los libros, tantos libros

Por las películas, tantas películas.


Por la pantalla plana, el grabador de dvd, el cargador de pilas y la cámara digital.

Por los servicios técnicos permanentes.

Por Wikipedia, Google, Gmail, Firefox, etc, etc.

Por el diseño de este blog.


Por la psu de física (por las 6 clases que me permitieron rendirla).

Por las pruebas de colegio y los ramos de universidad que pasé gracias a tu ayuda (y los que no, también).

Por los seis meses que compartimos San Joaquín.

Por acompañarme hasta la entrada de mi “facultad” mi primer día de clases, sin siquiera pedírtelo.

Por las mil veces que te levantaste media hora más temprano.


Por tu letra y tu ortografía.

Por lo esporádico, pero increíble, que escribes.

Por la carta que me escribiste cuando hice la primera comunión.


Por Video Loco y los Simpsons

Por Ranma 1/2

Por las noches sentados frente a la pantalla del computador.

Por Alias y por Lost.

Por Magnolia.

Y, de nuevo, por la música.


Por las pocas veces que hemos estado de acuerdo en algo a la primera.

Por las discusiones brígidas en el metro.


Porque alguna vez me dijeron que fuiste mi primera palabra. Y si es mentira, prefiero no saberlo.


Por los besos de cabeza.

Por compartir el mismo humor. Por los colapsos interminables de risa.

Por las luchas de espadas (sean reglas metálicas, sean globos)

Por la vez que pasamos casi una semana hablando en inglés.

Por tantas horas en bus y en avión.

Por escuchar mis resúmenes nocturnos diariamente.


Por las cincuentaytresmil cosas que se me están olvidando

Porque, INEXPLICABLEMENTE, me aguantas.


Por haber encontrado la forma de ser feliz.

Porque no sé cómo explicar que la casa que hemos compartido por 16 años va a ser un lugar un poco más ajeno cuando te vayas.

Porque sé que eso no significa nada.

Porque no fui ni seré hija única.

Por ser 6 años mayor.


Porque no nos imagino perdiendo el contacto.

Porque sé que si así fuera, te dolería tanto como a mí.


Un feliz cumpleaños atrasado (1/4).

Y un beso de cabeza para ti.

Te quiero bastante.

emanado por Javiera Pumarino a las 13:37 hrs     6 comentarios

El Polololo

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